Evita tener que salir a comprar pan cada día: hay trucos muy sencillos para conservarlo y que nos aguante en casa lo máximo posible y en buenas condiciones. Un experto panadero nos explica cómo hacerlo.
Si pasas tiempo observando la calle desde tu terraza, como si fueras el protagonista de La ventana indiscreta, puede que te hayas dado cuenta de algo: siempre hay personas caminando con su bolsa de pan. Y es algo entendible, dada la costumbre más que arraigada que tenemos de comer pan cada día (desayuno, comida, merienda o cena, o en todas ellas). ¿Pero es necesario salir cada día a comprar? Pues no.
La recomendación sanitaria es clara: quédate en casa y sal solo por lo imprescindible. Así que, para evitar convertirte en uno de estos peregrinos del pan, vamos a darte algunos trucos para que un pan te aguante mucho más tiempo en casa sin ponerse duro. Son consejos de Moncho López, panadero. Y van a serte muy útiles.
Casi todos los panes blancos que venden en el supermercado, a diferencia del integral que es más sano, no solo carecen de nutrientes de calidad, también pueden darte problemas digestivos. "Si un pan es bueno, está elaborado con masa madre y de forma manual, siempre durará más que otro industrial preparado con impulsores químicos", explica el experto. "Las levaduras artificiales hacen que el pan gane mucho volumen y esa altura va en detrimento de su durabilidad, ya que el pan se seca por evaporación. Cuanta mayor es la superficie de evaporación, antes se secará y por tanto se pondrá duro mucho antes”.
Por tanto, si quieres que te dure, apuesta por un pan artesano. Y si cerca no tienes dónde comprarlo, puedes hacerlo en casa para que resulte igual de saludable.
Consérvalo en tela, papel o en un cajón de madera
Como rezaba la canción: una mano pide al cielo, la otra en el cajón del pan. Una frase llena de sabiduría popular: ¿recuerdas que nuestros abuelos siempre guardaban el pan en un cajón, envuelto muchas veces en un trapo de tela? Pues esa es la manera ideal de conservarlo: "Una vez que tenemos el pan en casa, lo mejor es colocarlo en una bolsa de tela, en una caja de madera o incluso en una bolsa de papel, de modo que el pan pueda respirar. Eso sí, hay que mantenerlo fuera de la nevera y en un ambiente más o menos seco”.
No todos los panes se pueden congelar
"Volver a meter al congelador el pan que proviene de una masa anteriormente congelada, haría que se rompiera la cadena del frío y se deteriorara el producto", dice Moncho. "No hay ningún problema sin embargo, para congelar el pan artesano una vez cocido en el horno tras haber fermentado el tiempo que le corresponde. Sí que es verdad que en el congelador sufre un deterioro y también se va secando, pero si se tienen precauciones para preservarlo de esa pérdida de humedad, no hay problema alguno”.
Si congelas el pan, hazlo en una bolsa de plástico
No es útil para conservarlo a la intemperie, pero sí en el congelador. "La mejor manera de meter el pan en el congelador es en una bolsa de plástico específica para tal fin y perfectamente cerrada. Conviene además cortar en porciones según el tamaño y la comida a la que se destinen".
Es decir: si queremos el pan para las tostadas del desayuno, "podemos cortarlo en rebanadas", pero si va a ser para una cena, "podemos cortarlo en trocitos", aconseja López. Y si quieres evitar que las rebanadas se peguen entre sí, "podemos poner papel de horno entre cada una de ellas”.
Nunca lo descongeles en el microondas
Un error que cometemos a menudo. "Desaconsejo siempre descongelarlo en el microondas porque agitas las moléculas de agua y el pan se queda chicloso", advierte el experto. "Lo mejor es que pase del congelador a la tostadora, al horno o a la sartén. Ahí recupera un poco de crunch en la corteza, la miga blandita y lo tienes como recién hecho”.