100 grs. de queso ricotta
375 grs. de requesón
50 grs. de nueces peladas
1 limón o naranja (su ralladura)
100 grs. de galletas integrales picadas
100 grs. de copos de avena
3 huevos
l vaso chico de yogur natural
90 grs. de azúcar integral
20 ml. de miel
125 grs. de mantequilla
2 cucharadas de harina blanca y aceite
PREPARACIÓN
Mientras se precalienta el horno a 180 °C, se engrasa un molde redondo desmontable de unos 24 cm de diámetro con un poco de aceite y de harina, y se cubre el fondo con un disco de papel mantequilla.
Se funde a continuación la mantequilla y se mezcla con el azúcar integral, los copos de avena y las galletas.
La pasta resultante se vierte en el molde, a modo de base del pastel, procurando que quede lisa y sin agujeros y evitando también que llegue al borde del recipiente.
Después se introduce en la nevera y se deja enfriar durante diez minutos para que adquiera consistencia.
Seguidamente, se trituran juntos el requesón y el queso ricotta en la batidora hasta obtener una masa homogénea. Se incorporan entonces el yogur, los huevos -clara y yema-, la ralladura de piel de naranja o de limón y una cucharada de harina blanca, batiendo bien el combinado.
La mezcla resultante se vierte en el molde ya enfriado y se hornea 45 minutos a 180 °C. Pasado ese tiempo, se retira del horno y se deja enfriar un buen rato, para
después desmoldarlo con mucho cuidado.
Por último se reparten las nueces y los copos de avena por la superficie y los
laterales del pastel y se pincelan con miel.
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