jueves, 13 de junio de 2013

Receta del suspiro limeño

El suspiro limeño, propio de la gastronomía de Perú, es uno de los favoritos del escritor Mario Vargas Llosa. En Santa Cruz se lo encuentra en un escondite pequeño, donde se puede saborear misteriosas comidas y bebidas que hoy por hoy se ubican entre las mejores del mundo. Estamos hablando de Warique, que para esta ocasión trae para los lectores de El Sol este rico postre.

Un dulce tradicional. Si bien el suspiro limeño fue patentado el año pasado por Chile, Antonio Alfaro, propietario de Warique, defiende a capa y espada que es original de la nación de sus padres y cuenta que es uno de los más antiguos de este país. Incluso se dice que fue bautizado por el escritor y poeta peruano José Gálvez, quien al probar este dulce quedó encantado con su sabor y textura.

Una fusión de sabores. Parecido al manjar blanco, las leches condensada y evaporada hacen que los sabores que lo constituyen se fusionen para sorprender una vez degustado. La delicada textura de la preparación base se diferencia una vez servido con la clara a punto de nieve que viene a perpetuar el postre, indica Alfaro, economista de profesión, que hace dos años decidió abrir su propio restaurante.

Canela y vino Oporto. Bienvenido a cualquier hora, es ideal para los postres, por su versatilidad también se lo puede servir para degustación en los eventos. Acompañado con vino oporto, se sirve en copa y lleva una cobertura de merengue espolvoreado con canela, lo que proporciona un agradable contraste visual en la presentación.

Receta

Ingredientes
Suspiro limeño
• 1 lata de leche condensada (azucarada) grande
• 1 lata de leche evaporada grande
• 1 ramita de canela
• 5 yemas de huevo
• 3 claras
• 1 taza de azúcar blanca
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 1/2 taza de vino oporto.

Preparación
1) En una cacerola ponga las leches y la ramita de canela. Cocer, moviendo siempre, hasta que se forme un manjar blanco espeso.

2) Fuera del fuego, añádale las 5 yemas, coladas y la vainilla, cuando entibie sírvalo en copas individuales (hasta la mitad) o en una dulcera.

3) Bata las claras a punto de nieve y sin dejar de batir agréguele el almíbar, preparado con el azúcar y el vino oporto, a punto de hebra; añádale la cucharadita de canela y complete el llenado de las copas o la dulcera.
Consejo:
El jarabe se debe añadir al merengue caliente.

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